23 de julio de 2008

Nahui Ollin, poeta y pintora

“Hay razones para creer que Carmen Mondragón, era ninfómana”, leo una y otra vez en las notas informativas sobre esta poeta y pintora mexicana, bautizada por el pintor Gerardo Murillo, también conocido como Dr. Átl, con el nombre de Nahui Olin (fecha del calendario azteca que era consagrada a la renovación de los ciclos del cosmos).

Le tocó vivir una época donde las mujeres ni derecho a voto tenían, de ello puede desprenderse todo lo demás. La acompañaron en esa primera mitad del siglo XX intelectuales como Tina Modotti, María Asúnsolo, Lupe Marín, Lupe Rivas Cacho, Nellie Campobello, María Izquierdo, Frida Kahlo, Clementina Otero, Antonieta Rivas Mercado, entre muchas otras mujeres que "pintan, escriben, actúan, participan en la política, rompen esquemas y nutren intensamente la vida cultural y política de México".

No he leído el libro Nahui Olin, la biografía de Carmen Mondragón escrita por Adriana Malvido, deseo hacerlo pronto así como espero que no sea un libro escrito con el morbo que caracteriza los comentarios sobre estas escritoras y artistas mexicanas y rompa de una vez por todas con el ser adjetivadas con tonterías tan inmensamente grandes como la que apunto al inicio y con otras semejantes. Leer que una no solo era ninfómana sino loca, la otra suicida, ella amante de fulanito, aquella celosa empedernida, otra sin escrúpulos, y más linduras parecidas o peores, ya es cansado, ridículo y sin ningún sentido, como toda tradición que encasilla, construye víctimas o verdugos y por supuesto dogmatiza. ¿Y su obra? sus narraciones, sus poemarios, sus pinturas, sus obras de teatro, sus guiones ¿existen serios estudios críticos sobre la obra de estas mujeres intelectuales? Puede ser, en lo personal no los conozco.

1.
Sé que mi belleza es superior a todas las bellezas que tú pudieras encontrar. Tus sentimientos de esteta los arrastró la belleza de mi cuerpo, el esplendor de mis ojos, la cadencia de mi ritmo al andar, el oro de mi cabellera, la furia de mi sexo, y ninguna otra belleza podría alejarte de mí.
2.
Independiente fui, para no permitir pudrirme sin renovarme;
hoy, independiente, pudriéndome me renuevo para vivir.
Los gusanos no me darán fin -son los grotescos destructivos
de materias sin savia, y vida dan, con devorar lo ya podrido
del último despojo de mi renovación-
Y la madre tierra me parirá y naceré de nuevo,
de nuevo ya para no morir...

(Nahui Ollin)
Nahui Ollin (1893-1978), fue una de las mujeres más bellas del México de los años 20'